Restauración cuadro de la Virgen de Guadalupe

Procesos de restauración realizados a la Virgen de Guadalupe, parroquia de San Luis Obispo, Colotlán, Jalisco.

A continuación se describen todos los procesos de intervención a los cuales fue sometida la pintura de caballete de la Virgen de Guadalupe para ayudarla a recuperar la estabilidad estructural y estética; los procesos se describen a continuación:

Limpieza mecánica

Se llevó a cabo una limpieza superficial para eliminar el polvo y suciedad que se fue depositando de forma generalizada a través del tiempo sobre la pintura, para realizar tal actividad se utilizó una brocha de pelo suave y en zonas muy puntuales se limpió con la ayuda de un pincel de cerdas sintéticas; se pudo remover gran cantidad de polvo y suciedad de forma efectiva.

Se observa el proceso de limpieza con una brocha para remoción de polvo.

Se aplicaron los procesos tanto en el reverso como en el anverso, durante el proceso de limpieza mecánica sólo se pudo eliminar el polvo y suciedades depositadas en superficie, para la suciedad con mayor adherencia y manchas de orígenes diversos se tuvieron que remover mediante limpieza química.

Pruebas de solubilidad y limpieza química

Se realizaron pruebas de solubilidad con una variedad de solventes de origen orgánico, con la finalidad de encontrar el o los solventes adecuados para la remoción de las manchas y suciedad que se encontraban muy adheridas y que no se pudieron eliminar mecánicamente con brocha.

Los resultados obtenidos nos indicaron que para eliminar el barniz envejecido fue necesaria la utilización de una mezcla de solventes y para restos de cera y manchas de origen graso el mejor agente de limpieza fue la gasolina blanca. La cual se aplicó con la ayuda de un hisopo de algodón.

Prueba de limpieza para la remoción de suciedad en la capa pictórica.

Para las manchas más solubles, se utilizó agua destilada con unas gotas de detergente no iónico, el cual no interactúa con los materiales constitutivos de la tela y por lo tanto es inocuo y no genera residuos; se aplicó con un hisopo de algodón hecho con palillo de bambú. Después de aplicar la solución de limpieza se enjuagaba el área con agua destilada, el resultado del proceso fue satisfactorio porque se pudo eliminar la gran mayoría de las manchas y suciedad adherida, obteniendo un buen nivel de limpieza.

Desmontaje del bastidor

Para continuar con los procesos de restauración, fue necesario desmontar el lienzo de su bastidor, para ello se utilizaron unas pinzas de tapicero, las cuales ayudaron a eliminar los elementos de sujeción (clavos) sin generar un daño.

Eliminación de clavos para desprender el lienzo del bastidor.

Limpieza del soporte textil

Una problemática muy común en las pinturas de caballete, es la acumulación de polvo en el reverso de la obra, específicamente entre el bastidor y la tela, se va acumulando por años y con el tiempo va generando distintos tipos de deterioro, por tal motivo se llevó a cabo una limpieza con la ayuda de un pincel de cerda y una espátula de plástico, al final se obtuvo un resultado satisfactorio.

Eliminación de polvo y suciedad con una espátula.

Colocación de bandas perimetrales para montaje en bastidor

Debido a que el soporte textil original ha perdido su resistencia mecánica, fue necesario la colocación de bandas para poder montar de nuevo la pintura en su bastidor. Se cortaron las bandas al tamaño de área, posteriormente se colocaron en el lugar que les correspondía y con la ayuda de un adhesivo termo adherible y una plancha se unieron a la pintura, posteriormente se hicieron pruebas de esfuerzo mecánico para ver si estaban bien adheridas y el resultado fue satisfactorio.

Preparación del textil y colocación de la banda en el lienzo.

Aplicación de parche

Para solucionar el problema del orificio en el textil, se llevó a cabo la aplicación de un parche, se comenzó midiendo el hueco, se hizo una plantilla en una tela de la misma densidad de hilos y del mismo grosor, se dejó medio centímetro más grande de cada lado, posteriormente se deshebró y se desfibró con un bisturí para evitar que al aplicarlo se marcara sobre la obra, después se colocó una película termo adherible, posteriormente con una plancha se unió el parche.

Unión del parche por medio del calor de la plancha.

Montaje en bastidor

Después de estabilizar la obra, someterla a procesos de limpieza y solucionar el hueco en el textil, se llevó a cabo el proceso de montaje, el cual se hizo con la ayuda de una engrapadora para tapicería, el proceso consistió en ejercer presión en las bandas para ajustar la tensión y posteriormente se fue engrapando de forma coordinada hasta ajustar todo el perímetro.

Montaje con las bandas perimetrales y engrapadora.

Resane del parche

Este proceso se realizó con el fin de devolver el nivel superficial perdido y al mismo tiempo que sirva como base para el proceso de reintegración cromática. Para tal proceso fue necesario la aplicación de una pasta flexible y al mismo tiempo resistente a las diferentes condiciones a las que la obra estará expuesta, se aplicó con una espátula de dentista.

Aplicación de resane y nivelado de superficie.

Reintegración cromática y barnizado de protección

Concluido el proceso anterior se procedió a reintegrar para restituir la continuidad visual de la imagen que se vio afectada con los deterioros antes mencionados, se realizó con pinturas compatibles e inhertes con los materiales constitutivos de la pintura y se aplicó con pinceles de pelo natural.

Como proceso final para proteger la zona del resane de las condiciones medioambientales, la contaminación, polvo y agentes externos, se llevó a cabo un barnizado de protección, utilizando resina natural diluida con solventes orgánicos y aplicado con una brocha.

Barnizado de protección antes de reintegrar al marco.

Eliminación de repintes y estabilización del marco

Para asegurar la estabilidad y seguridad de la pintura, fue necesario realizar procesos de restauración al marco. Se comenzó eliminando un repinte de color café que estaba cubriendo el color dorado original del marco, para ello se hicieron pruebas de limpieza y al final se utilizó una mezcla de solventes de origen orgánico.

Posteriormente se ajustaron los ensambles y se resanaron con una pasta de aserrín y un adhesivo de origen proteico, asegurando que los ensambles de las cuatro esquinas no se vuelvan a aflojar.